Bueno, siempre nos queda el futuro y la duda de si durará, todo esta en jugar y sudar. Por eso soy adicta al amor platónico y al placer de la nostalgia. Después de todo se que nada es permanente y que al impaciente se le olvida la miel del presente.
Dudo, resulta bonito y descubro que vamos cifrando mensajes, creando un lenguaje con sólo mirar. Y siento por dentro un susurro a lo lejos que me habla de tí, vuelvo a mirarte y tú a mí..ya no podemos fingir.